FERIAS ALEMANAS

Es difícil describir las ferias anuales alemanas de modelísmo de vapor y herramientas, eventos que hasta Enero de 2.016 tuvieron lugar primero en Sinsheim y posteriomente en Karlsruhe Baden-Baden.

A partir del 2.017, y hasta la fecha, la feria pasó a celebrarse todos los meses de Noviembre en la ciudad de Friedrichshafen a orillas del lago Constanza (Bodensee).

Sea donde sea resulta un acontecimiento digno de ser visitado, y ésta es solo una entre bastantes ferias de juguetes, maquetas u otras facetas y aficiones.

Todo allí está perfectamente organizado, como no, estamos en Alemania, pero con una cortesía y amabilidad de trato casi "mediterraneos".

Desde el año 2.005 en el C.F.V.M. nos desplazamos todos los años para visitar una de las mejores ferias de vapor que hay en el mundo, con una oferta y exposición donde se dan cita casi todas las facetas del modelismo, desde barcos a motor de todo tipo, pasando por máquinas, motores, herramientas o accesorios en una oferta casi inacabable, dando la sensación de que va ha ser materialmente imposible poder acaparar todo aquel despliegue en tan solo los tres días que dura el encuentro, y de hecho casi lo es.

Pero lo que más destaca son por supuesto los ferrocarriles, locomotoras, vagones y accesorios en todas las escalas y tipos, desde los simples juguetes hasta los que casi son de verdad.

Hay por ejemplo locomotoras funcionando con vapor vivo desde las grandes escalas hasta el N, pasando por H0, 0, 1, etc, y no nos extrañaría nada que un año de estos encontráramos incuso vapor en Z.

El capítulo de herramientas es realmente tentador para el que dispone de un taller en casa, tanto por la enrome variedad como por los buenos precios, encontrando máquinas de todo tipo y un sin fin de accesorios como herramientas de corte, fresas, escariadores, platos, mandrinos y una larga lista de aparatos de medida de precisión, enseres que en España son mas caros y difíciles de encontrar siempre en stock.

Dejamos para el final las grandes salas donde están montados los circuitos ferroviarios en los que nunca cesan de circular todo tipo de trenes, mientras las locomotoras de vapor van sembrando el aire con un agradable olor al buen carbón del norte, completando el ambiente un montón de tractores también de vapor que se mueven por todos los sectores peatonales, por muy estrechos que sean.

Realmente una experiencia tal especial que todo aficionado debería experimentarla al menos una vez, aunque los problemas surgen a veces al tomar el avión de regreso por la gran cantidad de peso acumulado en las maletas debido a las inevitables compras de piezas y herramientas, ya que la oferta es tentadora y resulta muy difícil resistirse.