CHEYENNE.-
Viniendo desde Dakota del Norte, la primera parada ferroviaria del viaje fue a Cheyenne, capital del estado de Wyoming, ciudad mediana y típicamente militar con multitud de instalaciones de defensa.
Con un clima muy seco, también debido a la gran altura de toda la meseta a la que pertenece y que llega casi hasta Monument Valley, cuenta con una gran estación de paso y clasificación que abarca una inmensa porción de terreno que describe una amplia curva que divide a la ciudad casi por la mitad.
El material que puede verse es el típico americano de hoy en día, es decir larguísimas composiciones de trenes de mercancias y muchas locomotoras diesel de todos los tipos.
Cerca de la estación se encuentra el Holliday Park, un pequeño parque público donde está expuesta una de las ocho locomotoras de vapor mallet Big-Boys que existen, concretamente la 4.004.
Emplazada sobre un podio de vías y protegida por una verja metálica, está bien cuidada y en bastante buen estado a pesar de la intemperie.
Había otra Big Boy en Cheyenne en la fecha de la visita, concretamente la 4.014 que no pudo visitarse al estar cerrada en unos talleres con vistas a una futura restauración completa.
Nos llegó con posterioridad la información de que había sido remolcada por una locomotora diésel durante casi 2.000 Km. hasta el estado de California, donde posteriormente fue reparada y puesta en servicio, pasando por tanto a ser, de momento, la única Big Boy funcionando en los Estados Unidos.
