Esta locomotora diesel hidráulica permaneció durante muchos años
en total inactividad, y los últimos prácticamente abandonada en
una vía muerta de la estación de Bunyola donde fue pasto de la
corrosión y del vandalismo de los “grafiteros” que hicieron
de ella su blanco preferido.
Después de ser remolcada con un automotor Siemens hasta las inmediaciones
de la recta cercana al hipódromo de Son Pardo (cerca de la ciudad de
Palma) y de cortar el fluido de la catenaria, fue sacada de las vías
con dos potentes grúas de la empresa POL y transportada en una góndola
hasta el exterior de los nuevos talleres de los S.F.M. en el predio de Son Rullán.
Allí, Roberto y Xisco, actuales presidente y socio del C.F.V.M. respectivamente,
comenzaron una restauración contra reloj dada la proximidad de la fecha
de inauguración de la exposición.
Debido a la premura, la empresa contratada para la organización del evento
facilitó tres peones durante los primeros días para ayudar en
las tareas de rascado y limpieza, contando también con nuestro amigo
de la AAFB Enric Torres, quien nos ayudó en lo que pudo.
Se eliminaron las capas de pintura y grafitis del cuerpo y chasis, masillando
y lijando la carrocería dejándola preparada para poder aplicarle
en su momento una capa de aparejo.
Se aligeraron las bisagras y cierres de los portones de refrigeración
de su largo morro, y se recuperaron las rejillas de los testeros.
Se sustituyeron las tornillerías de varios puntos por estar perdidas
o en mal estado, a la vez que se retiró un antiestético generador
que había sido montado en uno de los morros de la locomotora en algún
momento de su vida activa en la línea férrea.
La cabina de mando fue restaurada a fondo y se construyeron nuevos asientos
para los maquinistas.
Seguidamente se aplicaron dos capas de imprimación que, una vez lijada
y retocada permitió pintar la locomotora en sus colores originales: verde
carruaje para el cuerpo y negro para el chasis, perfilando y pintando después
los faldones delanteros con las típicas franjas amarillas y negras comunes
en muchas locomotoras diesel.
Acabados estos trabajos, la locomotora y el coche de viajeros Carde fueron
de nuevo izados y transportados a través de la ciudad ante las caras
de asombro de muchos Palmesanos sorprendidos por una tan poco habitual imagen
en las calles, resultando imprescindible el apoyo de la Policía Municipal
que debió cortar el tráfico en varias vías para dar paso
al doble convoy hasta la Plaza de España.
Ya en el lugar del evento y una vez montadas las carpas, completamos con un
poco más de calma el resto de trabajos, entre ellos el desmontaje de
los protectores para la catenaria en el techo de la cabina y posterior pintado
del mismo en su color original crema claro.
Los últimos retoques consistieron en perfilar los marcos y otros contornos,
así como las cadenas, enganches, asideros de subida, ganchos de remolque
y las mangueras de salida de los frenos.
Finalmente se limpiaron y revisaron los bogies, quedando la locomotora lista
para la exhibición.